8/11/09

DE RAFAEL CARDONA

OPINION DE EL CRISTALAZO DE RAFAEL CARDONA.

Crónica de hoy.

9 de agosto de 2009.

Un viento de esperanza pasa por la torturada mente de los padres de los niños asesinados en Hermosillo. La Suprema Corte de Justicia, una vez cumplido su periodo vacacional, se ha hecho cargo de investigar los hechos criminales de la guardería ABC.

Independientemente de las conclusiones previsibles del asunto, hay dos elementos importantes a los cuales se ha prestado escasa atención en los días recientes.

Uno guarda relación con el mal funcionamiento institucional y su vinculación con la justicia, y el otro el análisis de fondo sobre la figura de la subrogación, la cual —lo hemos dicho aquí en repetidas ocasiones—, lleva consigo una cesión irresponsable de la función pública para cumplir con los fines naturales de las instituciones de seguridad social.

Este concepto, seguridad social, es inherente a la función pública. Es una potestad estatal, una obligación del gobierno. Subrogarla con pretextos económicos o de capacidad física, es comenzar el desmantelamiento del Estado, asunto en el cual los mexicanos hemos avanzado demasiado de manera muy peligrosa. Y ya la Corte comienza a comprenderlo. Vea usted.

Para asumir la investigación se trazaron “criterios orientadores” para determinar cuándo y en cuáles casos debe ejercerse la facultad indagatoria. En el expediente del asunto ABC, hay cuatro puntos importantes.

1) Que se trate de hechos generalizados, consecuentes a un estado de cosas, acaecidos en una entidad o región determinadas.

2) Que se trate de ACONTECIMIENTOS QUE DEBIENDO SER AFRONTADOS Y RESUELTOS POR LAS AUTORIDADES CONSTITUIDAS NO SE LOGREN CONTROLAR POR LA ACTITUD DE LAS PROPIAS AUTORIDADES (las mayúsculas son mías).

3) Que las propias autoridades que deben proteger a la población que gobiernan, sean las que produzcan o propicien los actos violentos.

4) Que frente a un desorden generalizado, las autoridades sean omisas, negligentes o incapaces de encausar las relaciones pacíficas de la comunidad, o bien, de garantizar el respeto a las garantías individuales.

5) QUE SE INTENTE LOGRAR LA IMPUNIDAD DE LAS AUTORIDADES A TRAVÉS DE LA CULTURA DEL ENGAÑO, LA MAQUINACIÓN Y EL OCULTAMIENTO QUE PROPICIA LA PROPIA AUTORIDAD.

Como vemos el reconocimiento de la ineptitud (punto 2) y la corrupción (punto 4), son circunstancias suficientes para suponer el resultado de la investigación, el cual —por cierto— ni siquiera es necesario. La Corte no descubrirá; confirmará.

Pero de hecho ya nos ha dicho cuál es el entorno de debilidad institucional: las autoridades responsables de algo, han hecho todo lo contrario. Quienes debían afrontar y resolver (el IMSS y el gobierno de Sonora en sus dos ámbitos, estatal y municipal) no han logrado controlar nada y por el contrario han usado la cultura del engaño para ocultar sus propias debilidades y malas artes.

Y por cuanto hace al asunto de la subrogación, valen aquí las palabras del magistrado José Ramón Cossío Díaz:

“Los requisitos, o mejor dicho los puntos del objeto que propongo son los siguientes:

“Primero. Analizar el marco jurídico federal, estatal y municipal relativo al origen, establecimiento, operación y funcionamiento de los servicios de guardería.

“Segundo. Investigar el origen y situación actual de los convenios de subrogación celebrados por el IMSS con patrones que tienen instaladas guarderías en sus establecimientos.

“Tercero. Investigar el origen y situación actual de los convenios de subrogación celebrados por el IMSS con particulares, no patrones, para la prestación del servicio de guarderías.

“Cuarto. Determinar el origen, contenido y cumplimiento del convenio de subrogación celebrado entre el IMSS y los particulares que prestaban el servicio en la Guardería ABC…”.

Si bien la argumentación del ministro Cossío tiene ocho puntos cuya enumeración resultaría prolija en este espacio, la sustancia de su apunte es muy sencilla: revisar si la subrogación debe seguir como forma de cesión de responsabilidades o no. Esa sería la única utilidad de una discusión de esta naturaleza.

“Analizar el marco federal, estatal y municipal —dice— relativo al origen, establecimiento, operación y funcionamiento de los servicios de guardería…”

Dije aquí el siete de junio:

“El incendio de la guardería ABC en Sonora, cuya gravedad sobrepasa cualquier adjetivación, es un hecho cuya posibilidad de repetición nos aguarda cualquiera de estos días a la vuelta de cualquier esquina, y se debe, fundamentalmente a una idea errónea en la cual el gobierno ha persistido hasta la ufanía: la privatización de la seguridad social.

“El servicio de guarderías comenzó a ser entregado (subrogado; o sea sustituido) a los particulares en los dorados momentos del liberalismo social salinista. Los actuales gobernantes no solo lo han asumido como suyo sino lo han convertido hasta en un negocio para particulares cuya gratitud se convierte en votos.

“Detrás de cada guardería privada y ‘supervisada’ (ya vimos con cuanta eficacia) hay un enclave político disfrazado con los programas del gobierno, lo cual no deja de ser una paradoja: para ampliar la cobertura social se los entregan al sector privado cuya finalidad no es de interés colectivo sino de lucro empresarial”.

racarsa@hotmail.com

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